- Contacta con nosotros
- contacto@germanbarbosa.com
- (+57) 311 238 3282
¿LAS EMOCIONES PUEDEN AFECTAN LA SALUD FÍSICA?
El origen de las enfermedades es multifactorial, es decir que no todas las enfermedades están originadas por un solo factor, por esta razón es necesario analizar y verificar los síntomas de cada paciente en particular, para establecer las causas de cada patología y poder darle un tratamiento adecuado. Cada síntoma puede ser un indicativo del origen del problema.
De acuerdo con la medicina holística cada ser humano dispone de cuatro cuerpos interrelacionados entre sí:
1- Cuerpo físico
2- Emocional
3- Energético
4- Mental
El ser humano funciona como un todo, cada uno de estos cumple una función específica y cuando uno se desequilibra, puede generar trastornos en la salud tanto a nivel físico como mental. La reflexología holística ayuda en el proceso de encontrar nuevamente este equilibrio y restablecer el funcionamiento normal del cuerpo.
En base a lo anteriormente expuesto, hoy nos enfocaremos en la relación que existe entre las emociones y la salud física. Cada día más estudios del ámbito de la medicina avalan la relación de las emociones con las enfermedades físicas. La OMS (Organización Mundial de la Salud) informa que alrededor de un 90% de las enfermedades más comunes tienen un origen psicosomático. Algunas enfermedades son el reflejo del estado emocional de las personas. Si no aprendemos a manejar nuestras
emociones nuestro cuerpo físico reaccionará negativamente. Estudios demuestran que las personas con desordenes emocionales padecen más enfermedades físicas crónicas. Las emociones juegan un papel fundamental en nuestro cuerpo, una mala salud emocional puede ser considerada como un factor de riesgo para diversas patologías.
Veamos algunos ejemplos:
– La depresión debilita el sistema inmune, dañando las células T, esto facilita el riesgo de desarrollar infecciones y resfriados con una sintomatología más grave, lo que puede provocar bronquitis, meningitis y neumonía. Puede generar problemas como trastornos autoinmunes, (estos ocurren cuando el sistema inmunitario ataca y destruye tejido corporal sano por error), este tipo de trastorno puede afectar los vasos sanguíneos, tejidos conectivos, articulaciones, glándulas endocrinas como la tiroides o el páncreas, los glóbulos rojos, la piel y los músculos.
También puede ocasionar insomnio, pérdida del deseo sexual, cansancio o agotamiento físico, problemas digestivos y dolores de cabeza (las personas que padecen depresión son tres veces más propensas a sentir dolor regularmente). De igual manera se ha relacionado la depresión con un mayor riesgo de derrame cerebral.
– Por otro lado los trastornos de ansiedad se han relacionado con problemas del corazón, un estudio concluyó que las mujeres con niveles altos de ansiedad son un 59% más propensas a sufrir un ataque al corazón que las mujeres con niveles bajos de ansiedad. También puede afectar al cerebro y generar problemas de concentración, dificultades de memoria a corto y largo plazo y problemas del sueño.
Se ha encontrado una conexión entre los trastornos de ansiedad y el síndrome de colon irritable, lo que origina alteraciones como diarrea, hinchazón y en algunos casos nauseas. Cuando se presenta un episodio de ansiedad excesiva, el sistema nervioso simpático libera cortisol, esta hormona puede aumentar los niveles de azúcar y triglicéridos en la sangre.
Por otro lado también puede debilitar el sistema inmune y afectar el funcionamiento de los pulmones, la actividad del bazo y del estómago entre otros.